Mejores tipos de vino en invierno

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En invierno, nuestras dietas cambian, y con ellas, nuestros vinos. Si bien sabemos que el vino se puede disfrutar en cualquier época del año, lo cierto es que los vinos fríos no son tan frescos y ligeros como nos suele gustar en verano, sino vinos más oscuros, cremosos, estructurados y complejos.

Durante estos meses nuestras comidas suelen estar protagonizadas por carnes gruesas, arroces, pastas, guisos, guisos. Para los amantes del pescado, se suelen cocinar al horno en invierno, se sirven con verduras de temporada o caldo. En cuanto al queso, la opción ideal es elegir queso maduro o azul.

En cualquier caso, el denominador común de los platos de esta temporada suele ser el picor alto y la consistencia, pero con sabores intensos, duraderos, complejos y con mucha presencia.

Un gran mito sobre el vino y el clima es que el vino blanco solo debe beberse en verano. Esto podría funcionar para los vinos que son aromáticos y ligeros, pero los vinos blancos con más cuerpo, cremosos y estructurados pueden ser excelentes compañeros en invierno. Hablamos de “vinos blancos con alma de tinto”, es decir, aquellos vinos que se distinguen por su concentración, densidad y riqueza. Son vinos ricos y concentrados elaborados a partir de añadas maduras y excesiva crianza en madera.

El vino tinto generalmente siempre es bienvenido en climas más fríos. Generalmente, en este punto gravitamos hacia vinos que son más intensos, más potentes, con taninos más altos, crianza más larga (preferiblemente en madera) y alcohol más alto. Sin embargo, eso no significa que los vinos jóvenes no puedan ser buenos acompañantes en estos días fríos. Como decíamos antes, el vino tinto fue en general un éxito. Eso sí, seguro que apreciarás que aunque es un vino joven, ha tenido una crianza de algún tiempo en barricas de madera.

Fuente: https://www.gourmethunters.com/blog/es/que-tipo-de-vinos-van-mejor-en-invierno/