FILOSOFIA

Un paso atrás para mirar al futuro.

Buscando una ligazón con la historia, con el paisaje que la rodea, en Bodegas Tritium apostamos por la restauración de una bodega tradicional del siglo XV, ubicada en el casco antiguo de Cenicero. Una bodega que cuenta con lago de piedra de sillería, tino y trujal, así como con un calado a 10 metros de profundidad. Un lugar pensado para hacer vino, que tiene la sabiduría de generaciones, conectada a la tierra, al entorno, y a la naturaleza.

Se reconstruyó la bodega conservando la estructura original y rehabilitando zonas en desuso para la elaboración, crianza y embotellado de los tintos VIÑAS VIEJAS de TRITIUM. Hoy es un espacio abierto donde se dan cita la tradición, la familiaridad y el trabajo artesano; un lugar de reunión y aprendizaje para todos aquellos que quieran descubrir una de las culturas más arraigadas en nuestras tierras: EL VINO.

De la cepa a la copa a través de la uva: apuesta por los vinos terroir.

En el mundo de la enología, se denominan vinos terroir a aquellos que cuentan con unas características inigualables, tan peculiares que ayudan a quien los prueba a describir su procedencia. Pero, hagamos un poco de historia: hace unos 20 años todos los vinos eran terroir. De hecho, en la cata podían diferenciarse las distintas zonas o pueblos e incluso las parcelas de procedencia.

Cada pequeña zona tiene su propia cultura vitícola, una identidad distinta en función de la tierra, el clima o la altitud donde se sitúen los viñedos. En tiempos pasados, La Rioja contaba con diversidad de clones de cepas adaptados a este entorno específico que lo hacían diferente a otros. Hoy, sin embargo, estos vinos están en España en peligro de extinción, debido a la utilización de unos pocos clones seleccionados. En el caso de Rioja, en los últimos 20 años se han podido plantar 30.000 nuevas hectáreas con menos de seis clones.

En lo que a la elaboración se refiere, la utilización de levaduras y enzimas no autóctonas ha traído consigo la irrupción de vinos muy expresivos pero muy parecidos y  no localizados. Vinos sin una identidad precisa, porque las levaduras y enzimas seleccionadas actúan en la fermentación de distinta forma y modifican la estructura del vino haciéndolos más homogéneos. Frente a esto, el mecanismo propio de las levaduras autóctonas, que sí se han adaptado a las  características del terruño, dejando sitio a otras cualidades más personales de cada zona. En el caso de Bodegas Tritium, nuestras viñas viejas cuentan con cientos de clones diferentes, adaptados todos a su entorno, lo que dota a nuestros vinos de una extraordinaria singularidad. En Francia y en Italia han perdurado este tipo de vinos, como bien saben catadores, sumilleres y profesionales del sector.

En Tritium , al margen de modas e intereses, nuestros vinos han ido encontrando su sitio en el corazón de nuestros clientes. Clientes que saben de vino y que buscan disfrutar de ellos, de la excelencia con que están elaborados.