Historia

La historia de Bodegas Tritium nace del cariño personal a los viñedos viejos. Un cariño que nos permite disponer hoy de ocho hectáreas de cepas, cuya edad oscila entre los 90 y los 113 años. Se trata de fincas que jamás se sumaron a los dos grandes arranques masivos en La Rioja: el primero en los años 60-70, alentado por la mecanización en las tareas de viticultura y el segundo, relacionado con la llegada de las multinacionales al sector en los 80-90.

En los años 60-70, para permitir el trabajo mecanizado y facilitar la entrada del tractor, se arrancaron viñas, al contrario que en Francia, donde los viticultores adaptaron el tractor a la anchura de las viñas tradicionales. Por otro lado, la llegada de grandes grupos a Rioja trajo como resultado una fuerte demanda de uva dentro de la Denominación de Origen Rioja. Esto, sumado a los buenos precios de la uva (sin apenas diferenciar calidades), supuso la sustitución de cepas antiguas (de menor producción) por otras nuevas. La pérdida de viñedo y patrimonio vinícola fue muy elevada, en aras de mayores rendimientos.

Con un claro compromiso de hacer honor a las mejores uvas de cepas centenarias, dos amigos de la infancia sumaron sus inquietudes y pensaron que, con el apoyo de estas viñas, podían hacer algo diferente. Así, mezclando ambición con humildad y, guiados por una forma diferente de entender la agricultura y el vino, en Bodegas Tritium se cuajó la idea de elaborar vino artesanalmente con su propia marca: un vino bien hecho y respetuoso con la tierra.

Quedaba de este modo materializado un proyecto vinculado a una honda tradición viticultora, a través de cinco generaciones de la misma familia dedicadas al cultivo de la vid en Cenicero y Tricio. De esta localidad riojana, de rico pasado romano, es de donde surge el nombre de nuestra bodega: Bodegas Tritium. TRITIUM: TODA UNA HISTORIA PARA UN NOMBRE. Tritium es el topónimo latino de Tricio que con la llegada de los romanos alcanzó su máximo esplendor en los siglos I y II. Tritium fue uno de los centros de producción cerámica de terra sigillata hispanica más importantes de Occidente. De sus numerosos alfares salieron infinidad de piezas cerámicas de gran calidad que eran muy apreciadas en el territorio romano. Desde Tritium, a través de las calzadas, y por la vía fluvial del Ebro que arrancaba en Vareia para desembocar en el Mediterráneo, llegaron los productos de terra sigillata a gran parte de las ciudades del Imperio Romano.

La importancia de esta zona se puede apreciar en la abundancia de hallazgos de cerámica romana, y en los monumentales restos arquitectónicos conservados en una construcción basilical paleocristiana, la ERMITA DE SANTA MARÍA DE ARCOS, levantada con elementos romanos, y situada en la calzada romana.

Los restos cerámicos que aparecen en las imágenes de esta página emergieron durante el cultivo de las tierras en las que están enclavadas las plantaciones de Tritium.

Filosofia

 

Un paso atrás para mirar al futuro.

Buscando una ligazón con la historia, con el paisaje que la rodea, en Bodegas Tritium apostamos por la restauración de una bodega tradicional del siglo XV, ubicada en el casco antiguo de Cenicero. Una bodega que cuenta con lago de piedra de sillería, tino y trujal, así como con un calado a 10 metros de profundidad. Un lugar pensado para hacer vino, que tiene la sabiduría de generaciones, conectada a la tierra, al entorno, y a la naturaleza.

Se reconstruyó la bodega conservando la estructura original y rehabilitando zonas en desuso para la elaboración, crianza y embotellado de los tintos VIÑAS VIEJAS de TRITIUM. Hoy es un espacio abierto donde se dan cita la tradición, la familiaridad y el trabajo artesano; un lugar de reunión y aprendizaje para todos aquellos que quieran descubrir una de las culturas más arraigadas en nuestras tierras: EL VINO.

De la cepa a la copa a través de la uva: apuesta por los vinos terroir.

En el mundo de la enología, se denominan vinos terroir a aquellos que cuentan con unas características inigualables, tan peculiares que ayudan a quien los prueba a describir su procedencia. Pero, hagamos un poco de historia: hace unos 20 años todos los vinos eran terroir. De hecho, en la cata podían diferenciarse las distintas zonas o pueblos e incluso las parcelas de procedencia.

Cada pequeña zona tiene su propia cultura vitícola, una identidad distinta en función de la tierra, el clima o la altitud donde se sitúen los viñedos. En tiempos pasados, La Rioja contaba con diversidad de clones de cepas adaptados a este entorno específico que lo hacían diferente a otros. Hoy, sin embargo, estos vinos están en España en peligro de extinción, debido a la utilización de unos pocos clones seleccionados. En el caso de Rioja, en los últimos 20 años se han podido plantar 30.000 nuevas hectáreas con menos de seis clones.

En lo que a la elaboración se refiere, la utilización de levaduras y enzimas no autóctonas ha traído consigo la irrupción de vinos muy expresivos pero muy parecidos y  no localizados. Vinos sin una identidad precisa, porque las levaduras y enzimas seleccionadas actúan en la fermentación de distinta forma y modifican la estructura del vino haciéndolos más homogéneos. Frente a esto, el mecanismo propio de las levaduras autóctonas, que sí se han adaptado a las  características del terruño, dejando sitio a otras cualidades más personales de cada zona. En el caso de Bodegas Tritium, nuestras viñas viejas cuentan con cientos de clones diferentes, adaptados todos a su entorno, lo que dota a nuestros vinos de una extraordinaria singularidad. En Francia y en Italia han perdurado este tipo de vinos, como bien saben catadores, sumilleres y profesionales del sector.

Equipo

 

El equipo de Tritium está formado por Javier Fernández, Francisco Rubio y Alejandro Campo , quienes han hecho de la viticultura y la enología su proyecto vital. Ellos están dedicados por completo a sus tierras y a sus vinos. Cuerpo y alma puestos solo al servicio de lo que hacen con sus viñedos, sus vinos y sus pocas botellas.