¿Sabías que con una copa de vino todas las noches puedes protegerte contra ciertos tipos de cáncer, mejorar la salud mental y proporcionar beneficios para el corazón, entre otras cosas?
Reduce el riesgo cardiaco: aquellas personas que consumen vino en dosis moderadas tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.
Fortalece los huesos: las mujeres que beben vino tienen menos posibilidades de perder masa ósea que las mujeres que no beben, debido al efecto positivo sobre la densidad mineral ósea, tanto en el caso del vino como de la cerveza.
Retrasa el envejecimiento: ayuda a retrasar el proceso del envejecimiento debido a sus propiedades vasodilatadoras que combaten algunas enfermedades originadas por la oxidación de las células. También es recomendado para la memoria.
Disminuye el colesterol: disminuye la concentración de placas aterogénicas en las arterias y aumenta los niveles de HDL o colesterol bueno, lo que mejora la salud cardiovascular.
Disminuye las posibilidades de cáncer de colon: el consumo moderado de vino tinto de forma regular puede reducir la tasa de tumores intestinales en aproximadamente un 50%.